Cegueras


La reflexión que escribo esta basada en un antiguo relato donde se puede ver como “estar equivocado” o “estar en lo cierto” en ocasiones puede ser solo una cuestión de apreciaciones.

LOS MONJES CIEGOS Y EL ELEFANTE
"Seis hindúes sabios, inclinados al estudio, quisieron saber qué era un elefante. Como eran ciegos, decidieron hacerlo mediante el tacto. El primero en llegar junto al elefante, chocó contra su ancho y duro lomo y dijo: «Ya veo, es como una pared». El segundo, palpando el colmillo, gritó: «Esto es tan agudo, redondo y liso que el elefante es como una lanza». El tercero tocó la trompa retorcida y gritó: « ¡Dios me libre! El elefante es como una serpiente ».El cuarto extendió su mano hasta la rodilla, palpó en torno y dijo: «Está claro, el elefante, es como un árbol». El quinto, que casualmente tocó una oreja, exclamó: «Aún el más ciego de los hombres se daría cuenta de que el elefante es como un abanico». El sexto, quien tocó la oscilante cola acotó: «El elefante es muy parecido a una soga». Y así, los sabios discutían largo y tendido, cada uno excesivamente terco y violento en su propia opinión y, aunque parcialmente en lo cierto, estaban todos equivocados".

Hasta aquí el relato. Podemos concluir al reflexionar sobre la conducta de los protagonistas de esta historia, que la verdad se construye con múltiples enfoques. Una misma realidad puede verse en forma parcializada y esto nos puede llevar a una visión a la vez cierta en parte y equivocada en su totalidad.
Solucionar un problema, entender una situación importante, comprender y aceptar una crisis, necesitan una visión amplia para llegar a la solución buscada. Se trata de una visión en perspectiva que requiere una cierta distancia y también la mirada de alguien más además de la propia.Todos necesitamos de “otros” para acercarnos a la verdad, construir un camino, encontrar una solución.

Alberto

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