Conociendo las propias emociones

El siguiente es una antiguo relato japonés… ¿que enseñanza puede traernos?

“En una ocasión un belicoso samurai desafió a un maestro Zen a que explicara el concepto de cielo e infierno. Pero el monje respondió con desden: “no eres mas que un patan. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tu!”. Herido en lo mas profundo de su ser, el samurai se dejo llevar por la ira, desenvaino la espada y grito: ”Podría matarte por tu impertinencia”. “Eso”, repuso el monje con calma, “es el infierno.” Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurai se sereno, envaino la espada y se inclino, agradeciendo al monje la lección. Y “Eso”, añadió el monje, “es el cielo.”

Al permitirnos ser conscientes de nuestras propias emociones podemos profundizar en el conocimiento de nosotros mismos.

Alberto