Concepto Psi, es un centro de salud mental multidisciplinario que funciona desde hace varios años en la ciudad de Buenos Aires.
Recientemente me ha realizado un pequeño reportaje con motivo del próximo lanzamiento de su nuevo sitio en Internet.
En unas breves líneas la nota me permite expresar algunos conceptos, para mi fundamentales a la hora del trabajo en consultorio.
Aquí lo transcribo:
CP (Concepto Psi)
AS (Alberto Sánchez)
CP: ¿Qué es lo que te ha inspirado a enunciar tu forma de hacer psicoterapia como "En Tiempo Presente"?
AS: Para el ser humano en su urgencia, en su dolor es prioritario el hoy, el presente y ese malestar que tiñe de gris este momento de su vida. Solo desde una posición plenamente consciente de donde estoy parado de cual es mi realidad con sus posibilidades y sus limitaciones podré comprender el pasado y explotar a mi favor tanto aquel pasado como este presente. Ver la vida como un continuo, una historia que se va construyendo, pero también que va como el agua de un arroyo buscando su cause. La plenitud es posible aún en medio del dolor. Justamente una de los autores que inspira mi trabajo es Viktor Frankl, aquel psiquiatra que pasó por la tremenda experiencia de los campos de concentración. El descubre que mucha gente que bajo esas terribles circunstancias estaban condenadas al deterioro moral y anímico, seguía en pie con el ánimo alto. ¿Qué los sostenía? Frankl afirma que si se encuentra uno con el sentido de la vida, de su vida, se puede estar relativamente bien a nivel emocional aún en medio del dolor.
CP: Pareciera que hoy la vida en la gran ciudad nos agrega variables a nuestro potencial para enfermar, ¿puedenotarse eso en la consulta?, ¿de qué manera se manifiesta?
AS: Continuamente somos expuestos a elementos estresantes a lo largo del día en la ciudad. Desde el desayuno frente a noticieros que informan noticias que pueden afectarnos el humor. Viajar mal, estar presionados por llegar a tiempo al trabajo so pena de perder el presentismo. Trabajar presionados aún teniendo que quedarnos mas tiempo que el establecido para terminar un trabajo derivado por el jefe, etc. Y en la calle…el caos, cortes de calles, bocinazos, humo de los escapes de los vehículos.
Todo esto nos hace de alguna forma vulnerable. Si a esto sumamos predisposiciones tanto anímicas como orgánicas, estamos preparados para colapsar en cualquier momento. Hablemos de enfermedades psicosomáticas o de trastornos psicológicos.
Todo esto desde luego lo percibimos los terapeutas en la consulta, de hecho hay que realizar todo un trabajo para ir de las generalidades a la particularidad de ese sujeto sufriente, tratando de comprender como padece en y desde esa subjetividad. Se manifiesta cuando el consultante relata que cosas le preocupan y nos relata temas cotidianos, malestares diarios. Justamente ahí se trata de aguzar el, oído mas bien en forma psicoanalítica, digo. Al hablarme de sus problemas laborales que es lo que en realidad me esta diciendo. Se trata de deshilvanar esa constelación de malestares y encontrar el sentido profundo de ese padecer.
CP: ¿Cuál consideras la mejor forma de trabajar como psicoterapeutas en el marco socio económico que nos encuadra?
AS: Enmarcando, siendo concientes que la presión económica afecta a los consultantes. Quizás desacralizar el dinero. Por supuesto no me refiero a desconsiderar esa variable cuando las necesidades básicas no están cubiertas. Hablo de las dificultades de una persona de clase media.
Creo que lo importante es ayudarle a encontrarse “con lo mejor de la vida” fuera de lo económico. Reforzar la importancia de los afectos es de suma importancia. Una red de contención afectiva complementa perfectamente a cualquier psicoterapia sea cual sea sus encuadre. El aislamiento potencializa cualquier patología.
Nuevamente recurro a Frankl, nuestro deber de terapeutas es acompañar a la persona en la búsqueda de sentido. Y recurriendo a otro autor de mi preferencia, Carl Rogers, acompañándolo en el proceso de hacerse persona. O de individuación según el concepto de Carl Jung, tercer autor en quien me apoyo en mis conceptualizaciones.
AS: Para el ser humano en su urgencia, en su dolor es prioritario el hoy, el presente y ese malestar que tiñe de gris este momento de su vida. Solo desde una posición plenamente consciente de donde estoy parado de cual es mi realidad con sus posibilidades y sus limitaciones podré comprender el pasado y explotar a mi favor tanto aquel pasado como este presente. Ver la vida como un continuo, una historia que se va construyendo, pero también que va como el agua de un arroyo buscando su cause. La plenitud es posible aún en medio del dolor. Justamente una de los autores que inspira mi trabajo es Viktor Frankl, aquel psiquiatra que pasó por la tremenda experiencia de los campos de concentración. El descubre que mucha gente que bajo esas terribles circunstancias estaban condenadas al deterioro moral y anímico, seguía en pie con el ánimo alto. ¿Qué los sostenía? Frankl afirma que si se encuentra uno con el sentido de la vida, de su vida, se puede estar relativamente bien a nivel emocional aún en medio del dolor.
CP: Pareciera que hoy la vida en la gran ciudad nos agrega variables a nuestro potencial para enfermar, ¿puedenotarse eso en la consulta?, ¿de qué manera se manifiesta?
AS: Continuamente somos expuestos a elementos estresantes a lo largo del día en la ciudad. Desde el desayuno frente a noticieros que informan noticias que pueden afectarnos el humor. Viajar mal, estar presionados por llegar a tiempo al trabajo so pena de perder el presentismo. Trabajar presionados aún teniendo que quedarnos mas tiempo que el establecido para terminar un trabajo derivado por el jefe, etc. Y en la calle…el caos, cortes de calles, bocinazos, humo de los escapes de los vehículos.
Todo esto nos hace de alguna forma vulnerable. Si a esto sumamos predisposiciones tanto anímicas como orgánicas, estamos preparados para colapsar en cualquier momento. Hablemos de enfermedades psicosomáticas o de trastornos psicológicos.
Todo esto desde luego lo percibimos los terapeutas en la consulta, de hecho hay que realizar todo un trabajo para ir de las generalidades a la particularidad de ese sujeto sufriente, tratando de comprender como padece en y desde esa subjetividad. Se manifiesta cuando el consultante relata que cosas le preocupan y nos relata temas cotidianos, malestares diarios. Justamente ahí se trata de aguzar el, oído mas bien en forma psicoanalítica, digo. Al hablarme de sus problemas laborales que es lo que en realidad me esta diciendo. Se trata de deshilvanar esa constelación de malestares y encontrar el sentido profundo de ese padecer.
CP: ¿Cuál consideras la mejor forma de trabajar como psicoterapeutas en el marco socio económico que nos encuadra?
AS: Enmarcando, siendo concientes que la presión económica afecta a los consultantes. Quizás desacralizar el dinero. Por supuesto no me refiero a desconsiderar esa variable cuando las necesidades básicas no están cubiertas. Hablo de las dificultades de una persona de clase media.
Creo que lo importante es ayudarle a encontrarse “con lo mejor de la vida” fuera de lo económico. Reforzar la importancia de los afectos es de suma importancia. Una red de contención afectiva complementa perfectamente a cualquier psicoterapia sea cual sea sus encuadre. El aislamiento potencializa cualquier patología.
Nuevamente recurro a Frankl, nuestro deber de terapeutas es acompañar a la persona en la búsqueda de sentido. Y recurriendo a otro autor de mi preferencia, Carl Rogers, acompañándolo en el proceso de hacerse persona. O de individuación según el concepto de Carl Jung, tercer autor en quien me apoyo en mis conceptualizaciones.
CP: ¿Podría decirse que hay una mayor apertura en el ámbito de la salud mental respecto a la posibilidad de abordajes integradores de teorías?
AS: Si por supuesto, ya no se trata de meter a un consultante a la fuerza en un marco teórico sea como sea. Con investigar un poco, puede apreciarse, que se esta dando una mayor convergencia de teorías. Ya las neurociencias no solo no están tan enfrentadas con el psicoanálisis sino hasta hay muchos temas en donde existe convergencia.
Por ejemplo un concepto como el de resiliencia, extrapolado de la física donde un elemento sometido a una presión deformante por características de su estructura molecular vuelve a la forma original luego de retirada la presión, ya no solo es tomado por la terapia cognitivo-conductual. Cualquier terapeuta tenga la formación que tenga, acepta que hay personalidades con una predisposición a superarse pese a serios obstáculos que pueda atravesar, ya hablemos de haber contraído una enfermedad grave, cuanto de haber atravesado un divorcio, etc.
CP: ¿Como definirías la función del psicoterapeuta hoy?
AS: Creo que la principal función del terapeuta es la de facilitador. Es decir que se trata de que hay que confiar en las potencialidades del consultante, que momentáneamente, salvo que se trate de una patología crónica y severa, atraviesa un momento de crisis. Estas crisis pueden ser esperables o inesperadas. Tanto unas como las otras son disrupciones en la vida de las personas o saltos de una etapa previa a una nueva. El terapeuta puede ayudar a que la nueva etapa sea de un mayor equilibrio emocional.
Todo tratamiento en el fondo no es otra cosa que una combinación de elementos facilitadores del crecimiento humano, del desarrollo personal y es justamente en esto en lo que focalizo al conceptualizar mi enfoque como del “tiempo presente”. Que este presente se presente frente a la persona padeciente como una plataforma de lanzamiento hacia un mejor futuro, hacia una planificación de su ser, más allá del dolor del cual ningún ser humano puede escapar.En definitiva como decía una canción de Serrat “…de aquí en adelante solo cabe ir mejorando” ú otra interpretada por Baglietto “solo se trata de crecer”
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